Santo Domingo.- Según expertos, una persona declarada muerta no puede exceder de 24 horas para ser sepultada o cremada, aunque las creencias religiosas no descarten los milagros.
Este caso se refiere a una familia religiosa que se negaba a enterrar a uno de sus miembros porque afirmaban que el joven resucitaría. Permanecieron al menos 10 días con el cadáver en una habitación de su casa en Valiente, Boca Chica.
El médico forense Fidencio Pérez alertó que una vez que una persona fallece, el cuerpo emana gases tóxicos. La exposición del cadáver del joven Joneivi García por más de una semana en una vivienda puso en peligro la salud de quienes estaban alrededor.
Bajo la fe cristiana de la resurrección, la familia del difunto se negaba a sepultar el cadáver, lo cual el presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica consideró como una mala interpretación de los mensajes bíblicos.
Por otro lado, el especialista en salud mental, Roberto Díaz, asoció la negativa al duelo de la familia a la pérdida de su pariente.
Destacaron que, tras el levantamiento del cuerpo, también se deberá descartar que la situación en la que se mantuvo el cuerpo no se deba a un trastorno que lo haya mantenido inerte.
Los consultados abogaron por la intervención de las autoridades de salud para asistir a la familia del difunto, Joneivis García, de 31 años de edad, quien falleció el día 11 del mes en curso en el hospital de la Ciudad Juan Bosch debido a insuficiencias cardíacas.
A pesar de su fallecimiento, su cadáver permaneció por más de una semana en la vivienda de sus familiares en el sector de Valiente, en Boca Chica, quienes se negaban a
sepultarlo.
